Revista Tráfico. Carreteras autonómicas. Murcia: volcada al mar

El número correspondiente a junio de 1996 de la revista Tráfico incluyó un informe sobre las carreteras titularidad de la Región de Murcia, que se puede consultar en el siguiente enlace, dentro de una serie de reportajes sobre las vías autómicas.

Al constituirse la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en 1982, ésta asumió la titularidad de los 1.594 kilómetros dependientes hasta entonces de la Diputación Provincial de Murcia al tratarse de una Comunidad uniprovincial. Con la formalización del traspaso de funciones en materia de carreteras del Estado a la Región de Murcia en 1984, los 1.691 km que la red estatal tenía en este territorio en 1980 quedaron reducidos a 356 km, mientras que el resto quedó integrado en la red autonómica.

En 1989, la decisión de construir la conexión del eje transversal de Andalucía con la autovía del Mediterráneo por el corredor de la N-342, atravesando la comarca de los Vélez en lugar del Valle del Almanzora, motivó la modificación de la relación de vías transferidas con el objeto de integrar en la RIGE el tramo de esta carretera a su paso por la región.

En 1990 se aprobó la primera Ley de Carreteras de la Región de Murcia, que tenía como objeto regular el sistema regional de carreteras. Las carreteras dependientes de la Comunidad Autónoma se clasificaron en tres niveles jerárquicos:

• Red de primer nivel: itinerarios que, junto con la red estatal, soportan las mayores intensidades de tráfico, conectan con la red estatal y canalizan flujos entre las poblaciones y áreas principales, configurando el esquema fundamental de la red regional. Está compuesta por itinerarios completos, por su carácter equilibrador y estructurante del territorio
• Red de segundo nivel: tramos o itinerarios con función intercomarcal, que conectan los núcleos municipales con la red de primer nivel, soportan tráficos intrarregionales de corto y medio recorrido, dotan de la estructura viaria fundamental a las comarcas que no la tienen definida y complementan la red de primer nivel en su función equilibradora del territorio
• Red de tercer nivel: tramos o itinerarios que completan las redes anteriores, destinados a soportar el tráfico de corto recorrido, asegurar el acceso a núcleos urbanos de al menos 500 habitantes y los puntos de acceso a otros sistemas de transporte. También incluye los tramos o itinerarios locales y rurales que garantizan la accesibilidad al territorio regional, extendiendo la red regional a las comarcas no servidas por las carreteras de los otros dos niveles. Tienen carácter estructurante en el interior de los espacios comarcales y de servicio local

El Anexo de la Ley contiene la relación de las carreteras pertenecientes a cada categoría manteniendo las denominaciones existentes, definidas por el Plan General de Obras Públicas de 1940 y la Orden Circular de 1961 sobre nomenclatura de las carreteras locales, en el caso de las vías transferidas por el Estado. Por su parte, los caminos vecinales, titularidad de la extinta Diputación Provincial de Murcia, conservaron su nomenclatura formada por una letra, que indicaba su ubicación en una de las seis zonas en que se había dividido el territorio provincial, y un número de identificación.

Estas denominaciones persistieron hasta 2008, cuando una nueva Ley de Carreteras introdujo las claves actuales con las siglas "RM", ya utilizadas anteriormente en las autovías regionales.

En mayo de 1986, el Consejo de Gobierno aprobó el primer Plan Regional de Carreteras, que preveía una inversión de 22.000 millones de pesetas entre 1984 y 1994, distribuida en tres programas de actuación:

• Acondicionamiento, mejora y creación de infraestructura
• Actuación en medio urbano
• Reposición y conservación de la red

También contemplaba un programa de seguridad vial, aunque sin valoración económica, puesto que las actuaciones correspondientes se incluían en los tres anteriores.

La Ley de Carreteras de 1990 sustituyó el Plan Regional de Carreteras por el Programa de Actuación en Carreteras como documento de ordenación del sistema viario regional, recogiendo los objetivos que se pretenden alcanzar respecto a las comunicaciones y su política territorial. En 1993 se presentó este Programa de Actuación con una previsión de inversión en las carreteras murcianas para los periodos 1994-1998 y 1999-2003. Sin embargo, en 1995 la Dirección General de Carreteras elaboró el Esquema Director de Infraestructuras Viarias, con las actuaciones necesarias en los próximos años, aunque desarrollado por programas bienales para concretar las inversiones.

Durante los primeros años de gestión autonómica destaca la duplicación de la carretera MU-312 de acceso a la Manga del Mar Menor y del acceso a Águilas por la N-332, que constituyó el tramo final de la autovía Lorca-Águilas, completada posteriormente por el itinerario de la C-3211 y la ronda sur de Lorca. También se abordó el desdoblamiento de la carretera C-3319 entre el puerto de la Cadena y San Javier.

Para la financiación de la autovía entre Alcantarilla y Caravaca de la Cruz por el itinerario de la C-415 se utilizó la fórmula denominada "peaje en sombra", por la que la sociedad concesionaria asume la inversión necesaria para realizar el proyecto con aportación de fondos propios y créditos financieros obtenidos de inversores y como compensación económica recibe una aportación mensual de la Administración durante el periodo de concesión, que en este caso es de 27 años, en función del volumen de tráfico registrado, como subvención a los usuarios de la infraestructura por un importe igual al peaje que deberían abonar. Previamente a la convocatoria en 1998 del correspondiente concurso para la contratación de concesión para la construcción, explotación, mantenimiento y conservación se aprobó la Ley de Construcción y Explotación de Infraestructuras de la Región de Murcia, que proporcionó el marco legal necesario para el proyecto.

Última actualización: 15 de junio de 2019