La N-325 (Novelda-Crevillente) y el tramo inundado

Una colaboración de Rubén Abad Ortiz para Metidos en Carretera.

Introducción y antecedentes

La actual N-325 (Fin de la Travesía de Novelda-Intersección con la N-340 en el Término Municipal de Crevillente según el actual Catálogo de la Red de Carreteras del Estado) es una carretera de primer orden que gozó de tiempos mejores en fechas pasadas, debido a que cumplía la misma función que el tramo de la A-7 entre la Autopista de Circunvalación de Alicante y el comienzo de la A-70 en las cercanías del Aeropuerto del Altet, en plena provincia de Alicante, la cual era la de desviar al conductor, el cual probablemente venía del interior de la Península, hacia la costa del Sur de Alicante (Elche, Guardamar del Segura, Torrevieja) y la Vega Baja sin la necesidad de tomar un rodeo considerable (incluyendo una penetración en el casco urbano de la capital provincial) entre la N-330 y la N-340. En su recorrido, partía del P. K. 384+900 de la N-330, en el Término Municipal de Novelda (Alicante), y, tras dos escasos kilómetros, se adentraba en el casco urbano de dicha población. Tras superarla (y dejando atrás una Casilla de Peones Camineros perfectamente integrada en la actualidad en la trama urbana y mantenida en excelentes condiciones), se dirigía entre un denso arbolado hacia la vecina población de Aspe, atravesándola también mediante otra travesía (suprimida en 1981 con la apertura de la correspondiente variante). Tras esto, abandonaba el valle del Vinalopó Medio y se adentraba, curvas mediante, en la Sierra de Crevillente, estando en esta localización el tramo que se va a analizar en las próximas páginas.

Finalmente, esta vía de comunicación acababa con una intersección en forma de Y con la misma N-340, suprimida entre los años 2006-2007 mediante una glorieta con accesos hacia un desdoblamiento y el centro urbano de la ciudad de Crevillente.

A continuación se muestran, a modo de resumen, algunas imágenes aéreas de ciertos puntos interesantemente históricos de la N-325 (antiguamente denominada como un ramal más de la N-330), con el fin de que el lector se haga una idea de la evolución que ha sufrido esta vía a lo largo de los años.

El objetivo principal de este texto no es el de describir pormenorizadamente los detalles de la actual N-325, ya que su uso, actualmente, para las comunicaciones es meramente testimonial, al haber sido sustituida completamente esta vía por el tramo de la A-7 antes comentado (con anterioridad, la CV-850). En los tiempos del Plan General de Carreteras 1984-1991, se planteó, como una de las alternativas para conectar la N-330 (Alicante-Almansa) con la N-340, la construcción de una Ronda Norte en la ciudad de Novelda que terminaría precisamente en esta N-325 a la altura de su P.K. 4+000, sin embargo, no llegó a buen puerto esta iniciativa, condenando a esta vía al ostracismo más absoluto (no en vano, esta carretera es escenario de polémicas en ciertas ocasiones debido a su sinuoso recorrido).

Sin embargo, el tramo del que voy a hablar, cayó en el olvido muchos años antes. Hablo del tramo perteneciente al Barranco del Boch, ya en el Término Municipal de Crevillente (Alicante). Debido a las necesidades hidrográficas de dicha población, entre los años 70 y 80, se planificó un embalse justamente en la intersección entre la N-325 (antiguo ramal de la N-330) y el barranco en cuestión. En noviembre del año 1984 se aprobó el proyecto definitivo, y en marzo de 1986 terminaron las obras, recepcionándose definitivamente en julio del 87. El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) se encargaría, a encargo de la Confederación Hidrográfica del Segura, de crear una variante de dicha vía de comunicación a fin de salvar el escollo que suponía el embalse en cuestión.

Dicha variante se ejecutó también durante una época un tanto anterior a las fechas indicadas, estando ya en servicio a la puesta en carga del embalse en cuestión.

Justamente entre los P.K. 18 y 19 se encuentra el tramo que se va a analizar a continuación. En tiempos de abundancia de agua, es prácticamente imposible acceder a algunas de las antiguas secciones del tramo que se va a ver, pero, en el día de hoy, con el embalse a una capacidad media, es posible obtener muchas instantáneas de otra era, una era no demasiado lejana a la nuestra en términos objetivos. Sin más preámbulos, vamos hacia el análisis.

El tramo de la N-325 que quedó olvidado en el tiempo

Comenzamos nuestro recorrido en el P.K. 18+050 aproximadamente de la actual N-325. Supuestamente, en este punto no hay nada que pueda hacernos sospechar de que aquí pasó una carretera tiempo atrás…

Incluso existe una señal de prohibición del baño en el embalse un poco más adelante…

Sin embargo, la sorpresa es mayúscula si se avanzan unos pocos pasos…

Sí, un tramo cuasi comido por la naturaleza, pero con todavía cierta presencia. Una sección típica 7/10, con sus marcas viales correspondientes, nos saluda desde la cercanía.

Tras una pequeña recta, una curva a izquierdas en bajada nos avisa de la posible movida que se nos avecina.

Como se verá en todo este recorrido, la naturaleza abriéndose paso entre la construcción humana será la constante por aquí. Lo normal, hablando de una carretera con más de 30 años de abandono y un embalse de por medio.

Y aquí empiezan las incoherencias. El tramo parece que se bifurca, quizás en una rectificación. El origen de este pequeño trozo lo desconozco por completo.

Tras unos pequeños metros, volvemos al trazado original de este tramo.

Desde aquí, una suave curva a derechas nos dirige hacia el siguiente obstáculo.

Sí, una barrera (hoy cuasi-inexistente) nos anuncia el corte del tramo en cuestión. Aquí uno que vaya yendo poco a poco por la carretera se daría media vuelta y se volvería. Pero, si superamos el pequeño muro de tierras que nos espera delante…

Sí, el tramo continúa con la misma naturalidad que anteriormente. Sin embargo, y al estar ya en plena zona del embalse, veremos aspectos que delatan la destrucción de una vía de comunicación debido a la puesta en servicio de una obra civil suplementaria.

Aquí ya se empiezan a apreciar los primeros signos de destrozo de la plataforma, a través de grietas en el firme, y plantas surgidas justamente de este tipo de desniveles.

Uno de los márgenes de la plataforma está completamente cortado de raíz debido a que forma parte, ya de forma natural, de la delimitación del embalse presente. Tras otra curva a derechas…

Ya vemos parte de los sedimentos depositados por el embalse en capacidad plena…

Para acabar aquí el tramo analizado. De aquí en adelante, tenemos dos problemas que nos impiden avanzar:

• A partir de aquí ya hay únicamente masa de agua, y ningún resto, salvo en casos de sequía extrema.
• El otro extremo del tramo (el que da a la N-325 actual en su extremo sur) está cercado como propiedad privada, y limita, al norte, con la coronación del embalse, siendo éste un tramo de poco interés a la hora de fotografiarlo.

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Última actualización: 4 de marzo de 2019